El color, un aspecto vital del logotipo
La combinación de colores es fundamental a la hora de diseñar un logo. Es más, un mismo logo, en función de su color o combinación de colores, puede transmitirnos cosas radicalmente distintas. La psicología del color, es por tanto, un pilar básico en el diseño gráfico. En este post he querido platear diferentes comparativas de aspectos relacionados con el color, incluyendo algunos ejemplos.
Colores fríos o cálidos
Quizá estamos en una de las comparativas más extendidas en diseño gráfico. El precedente viene dado por la temperatura de color, concepto muy usado por los fotógrafos.
Fríos
Los colores fríos nos transmiten, por regla general, limpieza, serenidad, tranquilidad. Es por este motivo que son muy usados en clínicas médicas, dentales, fisioterapeutas, etc. Al fin y al cabo, queremos que nuestro cliente confíe en nuestro servicio. Azules, verdes, morados y fúcsias se considerarían fríos.
Cálidos
Por otro lado, los cálidos están más relacionados con la acción y el atrevimiento. Los rojos, naranjas y amarillos nos inducen a la acción. No es casual, por tanto, que los supermercados recurran a esos colores para indicar los precios de los artículos en oferta, pues la mirada apunta a ellos y nos inducen a la comparación con otros precios, facilitando así la compra del producto. Úsalos cuando quieras inducir a tu cliente a la acción.
Saturados o insaturados
La saturación es, en términos coloquiales, lo que hace que el color sea más o menos vivo.
Saturados
En el caso de CMYK (cuatricomía cián, magenta, amarillo y negro), los saturados son los que no incluyen nada de negro y que los porcentajes de tinta del resto tengan como prioritario (cerca del 100%) a uno de los colores básicos (cián, magenta y amarillo). Mientras tanto, en RGB (luz roja, verde y azul) se trata de combinar esos colores en el que uno de los 3 esté cerca del 100%. Esto es la teoría, pero en la práctica, los colores saturados nos transmiten mucha frescura y atrevimiento y suelen usarse para captar la atención de forma rápida. Úsalos cuando quieras dar una imagen desenfadada y novedosa.
Insaturados
Los colores insaturados, por el contrario, y como pasa con los fríos, son más serenos. Pero además, los insaturados tienen una gran virtud: son atemporales. Gracias a la suavidad de los tonos permiten una alta combinación de colores y sucede lo mismo que en el maquillaje: tonos salmón, verdes e incluso azules insaturados pueden convivir en un mismo logo tal y como lo harían en una misma cara maquillada. Un insaturado, no atrae tanto la atención y permite que nos fijemos en otros aspectos del conjunto. Dicho de otra forma, «no cansa», Úsalos cuando quieras que tu logo no pase de moda.
Contrastados o poco contrastados
En esta comparativa, no debería haber dudas, en diseño gráfico y muy concretamente en diseño de identidad corporativa, los diseños deberían ser contrastados. Un logotipo constrastado nos permite una lectura fácil a cualquier distancia. El nombre de la empresa, por ejemplo, siempre debe ir contrastado, para que no haya lugar a dudas o a una lectura errónea. Para contrastar colores los diseñadores solemos usar claroscuro o colores complementarios, y así logramos destacar todo aquello que necesitamos destacar.
Contrastados
A veces, por exigencia del cliente o del mensaje, podemos usar logotipos que tengan algún elemento poco contrastado. A pesar de que va a dificultar la lectura de lejos, se suele usar como recurso, para «enmascarar» una complegidad en un logotipo excesivamente sencillo, o incluso hacer partícipe al visualizador (cliente potencial) del logotipo, descubriendo por su cuenta el mensaje que queremos transmitir, no de forma instantánea, sino en varios segundos.
Poco contrastados
A una sola tinta o policromático
Llegamos a un punto que tiene mucho debate, pues muchos consideran que un logo debe tener solo una tinta, para que se pueda adaptar así a cualquier formato en un afán de estandarización. Mientras que por otro lado están los que consideran que los colores y la mejora de la imprenta digital posibilitan prácticamente la reproducción de cualquier color, y por tanto, es un error no jugar con las combinaciones y sutiles matices de color.
A una sola tinta
Policromático
Por mi parte, y está presente en muchos de mis logos, intento que mis logos cumplan la ley de la sola tinta, es decir, que si los convierto en una sola tinta funcionan igual. Sin embargo, uso múltiples matices de colores para usar en brillos, sombras y sutil volumetría, lo que mejora el aspecto del logotipo y le otorga cierta complegidad visual que a veces nos equilibra el exceso de minimalismo de las formas.
Conclusión
Los colores de tu logo son un elemento fundamental, tan importante como las propias formas, porque son capaces de transmitirnos sensaciones. Es por ello que no debemos dejar pasar por alto este aspecto o dejarnos llevar por gustos personales. En lugar de ello debemos asesorarnos con un experto en la materia, que nos indique cuándo usar una combinación u otra. Un uso incorrecto de los colores puede traernos malos resultados, incluso estropear un buen trabajo empezado con la forma.